Los seres humanos somos negativos por naturaleza. Es decir tenemos menos pensamientos positivos. Es un hecho, desagradable pero cierto al fin. Pero ¿cuándo nos volvimos así? ¿En qué momento transformamos los hechos en desgracias? La respuesta es muy evidente: desde el momento que comenzamos a temer.

Pensamientos positivos: Los temores

Los temores son una de las barreras mentales más fuertes que nos ponemos delante. Con o sin fundamentos, acechan a cada persona en el mundo. Quien diga que no teme, está mintiendo.

Tanto la gente negativa, como positiva tienen temores. Y ¿por qué entonces, unos piensan positiva y otros negativamente? ¿Cómo es que algunos poseen ese optimismo innato y otros, ni siquiera lo intentan?

Todo depende de nuestros miedos. Las personas con pensamientos negativos, temen mucho más que las personas positivas. El ser un individuo negativo es, temer hasta el punto de auto convencerse, de que ese miedo está inminentemente próximo a concretarse, o ya es realidad.

El negativo está convencido que eso a lo que teme, va a pasar. No importa cómo o cuando, por más improbable que parezca, siempre cree que es inevitable el desenlace perjudicial. Por eso piensan de manera negativa.

“Seguro mañana llueve” (el pronóstico anuncia sol y calor). “Hoy mi equipo pierde” (tiene todas las de ganar). “Me va a ir mal, mejor no lo hago” (jamás lo intentó).

Este tipo de frases o comportamientos, son los que convierten a una persona en un ser negativo o “mala onda”.

Estas personas por lo general, suelen vivir en su zona de confort, asumen muy pocos riesgos, sus vidas son seguras y estables, hasta carentes de emoción. Todo por un solo motivo: temen por demás.

El ser positivo por el contrario, encara esos temores de otra manera. Tiene mayor confianza en sí mismo y eso ayuda a vencer con más facilidad esos temores, que también posee.

A veces, solo necesitamos un empujón para ganar esa confianza y pensar positivamente, una palabra de aliento o un golpe de suerte pueden ser suficientes para comenzar a pensar positivamente. Esto nos pondrá de buen humor, y los pensamientos positivos surgirán.

Pensamientos positivos: Beneficios

El ser positivo o negativo, es un punto de vista.

Es buscar lo bueno en lo malo. Encontrarlo no será tarea fácil a veces, pero una vez logrado, se hace costumbre. Con solo un acierto, podemos empezar a ser cada vez más positivos. Y luego se dispara. Es ahí donde sucede uno de los cambios más beneficiosos para un ser humano. Comenzar a tener pensamientos positivos.

pensamientos positivos

Adquirir autoconfianza es uno de los beneficios principales de pensar en positivo.

Siempre estamos a la espera de que nos vaya bien. Creemos constantemente que podemos lograr aquello que nos proponemos, y gracias a eso, probablemente podamos.

El optimismo mejora tu imagen, tanto física como emocional y tu presencia, no es la misma.

Atraerás mucha gente nueva, todas queriendo empaparse con tu aura, contagiarse de tu buena vibra. No porque se haya dicho en un conocido almuerzo, deja de ser cierto que, si te ven bien, te contratan.

Tenés más energía.

Tu forma de encarar las cosas es mucho más enérgica y eso se nota. El trabajo duro es esencial, pero tu forma optimista de llevarlo a cabo hace la diferencia. Probablemente sea un éxito casi todo lo que encares.
“En mi carrera tuve muchísima suerte, y cuanto más duro entrenaba, mas suerte tenía.”-Roberto De Vicenzo-

Tus relaciones cambian.

Si estás en pareja, esta notara tu cambio de actitud. Un encare positivo y optimista de los problemas, probablemente te ahorren muchas discusiones. El querer resolver el problema en lugar de remarcar cuán grave o desagradable fue, va a hacer que tu pareja te valore mucho más. En caso de estar buscando una persona para tu vida o simplemente conocer gente nueva, el tener optimismo y autoconfianza hará que la primera impresión que dejes, mejore sustancialmente. Te podes llegar a sorprender mucho de cómo reaccionan las personas ante actitudes positivas. Te van a aceptar más, y tenés muchas más chances de gustar.

Finalmente podemos afirmar con mucha seguridad que vas a ser más feliz.

Sin duda alguna, una persona positiva, es más feliz que una negativa. El lado malo de las cosas no va a afectarte tanto, vas a sufrir menos y vas a disfrutar más. En casi todo en la vida, lo positivo es mucho mejor que lo negativo. Pensar en positivo ayuda en todo.

Ser positivo es uno de los caminos hacia una vida más saludable, tanto en cuerpo, como en alma. Vas a amar más, y vas a ser más amado. El odio y el rencor serán cosas del pasado, pronto vas a abandonarlos. Vas a aprender a superar tus miedos y los momentos difíciles que la vida te depare. Pero sobre todo, vas a ser imparable. Todo lo que te propongas va a ser realidad, solo tenés que tomar la decisión de enfrentar tus miedos, y hacerlo.