El ansia de la belleza.
Como se rastrea un tesoro escondido, corremos detrás de un ideal de belleza. Y para encontrarlo, somos capaces de someternos a todo tipo de tratamientos y a resistir el dolor.
Buscamos la belleza incansablemente:
¿Qué es lo que a las mujeres, de todas las épocas y a las de todas las civilizaciones nos provoca a desear la belleza por siempre? ¿ y nos impulsa a luchar para mantener la juventud , la lozanía, como salmones nadando contra la corriente? ¿será el ansia de la belleza?
Una vez que se cree obtenerla, que se piensa que se ha llegado a la meta, se hace difícil comprender, a veces, que es efímera. Cuesta desprenderse de ella y dejarla ir.
“No deseamos las cosas bellas, las hacemos bellas al desearlas” (Espinosa).
Lograr sentirnos lindas, sería un triunfo personal, como ganar una carrera contra una misma, o contra el paso del tiempo. Obtener el cetro de la victoria de la hermosura sería llegar al éxtasis y estar en el paraíso, mostrarles a nuestros congéneres lo bellas que estamos….
Nuestra propia imagen personal la creamos nosotras mismas:
tratando de acercarnos a la belleza, mediante: el aseo, orden, cuidado del cuerpo, los colores que elegimos para vestirnos, arreglo personal. El estar acorde a la moda, la ropa que usamos. De ese modo transmitimos un mensaje determinado, a los que nos rodean.
“Como te ven te tratan…”
Desde chiquitas soñamos, inspiradas en los cuentos de hadas, con ser la mas hermosa. Mas tarde los programas de TV, las propagandas comerciales, el internet, las revistas y la moda, se encargan de reforzar hasta las últimas consecuencias esa idea superficial de belleza. Aprendemos a valorar la bellaza como un bien personal, al que hay que acceder sea como sea.
El mensaje que nos irrumpe feroz, desde los medios de comunicación, es que ser linda sería el equivalente al éxito, y entonces algunas mujeres, a las que les cuesta encajar en los cánones preestablecidos, tal vez se sientan frustradas…
En consecuencia ¿ “ las feas” son las fracasadas…?
Poema:
“…SI PUEDES SOÑAR Y NO DEJAR QUE TUS SUEÑOS TE DOMINEN;
PENSAR Y NO HACER DE LOS PENSAMIENTOS TU OBJETIVO;
ENCONTRARTE CON EL TRIUNFO Y EL DESASTRE
Y TRATAR A ESTOS DOS IMPOSTORES DE LA MISMA MANERA
TUYA SERA LA TIERRA Y LO QUE ELLA CONTENGA
Y LO QUE ES MAS SERAS UNA MUJER, HIJA MÍA” (R.kipling).
