La toxicidad, refiere a un virus letal que comienza destruyendo la alegría y ganas de hacer, pasando a tomar nuestro pensamiento y tornarlo destructivo para nosotros mismos. Pues bien, ya sabemos cómo es intoxicación, ahora sólo resta desintoxicarnos. Veremos entonces, como en 5 pasos, podremos realizar una desintoxicación emocional, dejando atrás el horror de las mentes que nos han tratado de manipular para hacernos daño.

Desintoxicación emocional: parte 1

Para realizar una desintoxicación emocional. No te quejes más, mejor es salir y hablar con gente que no conozcas. Vas a escuchar otras cosas, y como resultado te vas a olvidar de las cosas que te causan tristeza.

No te quedes en el encierro, éste suele ser el mejor amigo de las depresiones. En consecuencia te vas a sentir a gusto con tu negatividad, vas a ver todo caer sobre tu cabeza y no vas a lograr ver con claridad los pasos a seguir.

Es bueno salir, despejarse, aunque sea a tomar sol a la plaza, al súper, a pasear al perro, una hora de caminata diaria (si es nocturna mucho mejor, así estarás más concentrado en tus reflexiones internas) La idea es salir, pero explorando el adentro del propio ser, para ver las cosas buenas y agradables que poseemos.

Desintoxicación emocional: parte 2

Buscar lugares agradables para llenarse de energía, a fin de lograr una desintoxicación emocional. Los colores, el oxígeno nuevo, los olores, son una terapia natural. Por lo tanto. Te van a hacer pensar y sentir en positivo.

Los parques, los sitios alejados del ruido y la muchedumbre, los espacios coloridos y de oxígeno libre de smog. Son las rutinas intermitentes que renovarán tu espíritu y como resultado, te harán sentir paz interior, llenando de energía tus pulmones intelecto.

Desintoxicación emocional

Desintoxicación emocional: parte 3

Una buena comida y las actividades que te agraden, ayudan a tu metabolismo a disminuir el estrés. Por ejemplo. El desayuno, el almuerzo, la cena. Con un buen vino, un postre que te guste.

El gusto, es también un aliado para el estrés. Cocinarse es mimarse, es darse amor a uno mismo.

Nada de comidas rápidas ni delivery. El ritual de la preparación de una comida que nos encanta, nos dispara el disfrute, esa sensación de felicidad que va en aumento a medida que vamos sintiendo el olor y sabor. Apartamos el estrés y la ansiedad, manteniendo los sentidos ocupados con algo que nos apasiona.

Leer, escribir, ver una serie, tocar el piano, la guitarra, hacer un deporte, pintar, hacer manualidades, cocinar un postre, tejer, bailar, cantar, etc. Todo esto ayuda a realizar una mejor desintoxicación emocional .

No importa lo que hagas, basta que te haga feliz, que te guste, te apasione.

La práctica de las actividades que te hacen sentir bien, ayudan a que tus sensaciones se regeneren y aumenta la producción de anticuerpos.

Desintoxicación emocional: parte 4

Bajar las exigencias personales. No aporta nada a tu vida una perfección inexistente. Somos humanos y tenemos una visión personal, particular de las cosas que queremos, vemos y necesitamos.
No aflojar en lo que deseamos conseguir. Ser constantes y no bajar la guardia. Las situaciones se darán tarde o temprano, pero hay que buscar esas situaciones. Moverse y esperar en calma.

Salir de paseo a sitios diferentes, buscar la paz interna en la música que nos gusta y las conversaciones con nuestro propio ser. Eso nos alejará del parloteo innecesario de las personas que no entienden nuestro punto de vista en la vida y ayudará de manera eficaz a bajar la ansiedad.

Recordemos que somos humanos, no máquinas. No debemos hacer todo ni nada a la perfección, ni buscar perfección en nada ni nadie. Aceptémonos como somos, para así poder aceptar a los demás también y no caer en relaciones tóxicas.

Si la idea es salir de una atmósfera tóxica, lo que menos necesitamos, es estar en discusiones o malos entendidos. No significa que no podamos estar con personas que piensen diferente, pero en lo que dure el proceso de desintoxicación, es aconsejable no estar en disparidad con nadie y evitar círculos de diálogos confusos y/o violentos.

Cuando estemos listos, podremos retomar con nuestra conducta y movilidad, normales.

Desintoxicación: parte 5

No ceder jamás. Si algo te daña, hay que alejarse lo suficiente como para no volver a caer en ese dolor innecesario.
Amarse por sobre todas las cosas. Sólo podemos dar lo que tenemos dentro, si no podemos amarnos a nosotros mismos, no podremos amar a nadie más, nunca.

No perder la fe. Las situaciones pueden cambiar, sólo hay que tener la paciencia necesaria para esperar los cambios que están por llegar. No perder nunca el hilo conductor que nos llevará hacia el éxito.
Mantener la vista y los sentidos firmes en las metas. El día es largo, hay muchas actividades y distracciones.

No permitas que lo simple, lo básico y limitado de lo exterior a vos, te saque del camino, recordemos que para lograr algo, hay que perseverar y trabajar día a día en ello.
Y por último, no dejes nunca de reír. De todo, de nada, de lo que te sucede, de las cosas malas y de vos mismo. La risa es un fortalecedor natural de la vida.

Nada ni nadie que borre tu sonrisa, es merecedor de tu angustia.

Nadie que te haga dudar, frustrar, amargar, doblegar, llorar y sentirte mal contigo misma, es necesario para tu vida.

Eliminar todo lo tóxico

Salir de los círculos tóxicos, ya sea de una relación, de un trabajo, de un familiar, no es fácil, pero tampoco imposible.

Lo primero, es detectar la transformación al instante. Uno se conoce bien y sabe cuando reacciona de forma diferente, cuando su pensamiento se torna modificado, cuando no se siente bien ni desea estar mejor. Y es allí, donde debe actuar de inmediato.

Una pareja, un jefe, un equipo de trabajo, un hermano, una madre, un vecino, un amigo tóxicos, nos disminuye el ser, nos quita las ganas de vivir y nos va envolviendo en una telaraña de mala racha. Todo va de mal en peor y nos pasan cosas feas y nos sentimos cada vez más tristes.

A medida que nos alejamos de esta toxicidad, vamos notando los cambios.

Pensamos en positivo, somos más tolerantes, no tenemos pesadez en las mañanas y las circunstancias son benefactoras de nuestro entorno pacífico y alegre.

El mejor consejo es, no permitirse sufrir por situaciones que generen otros.

Lo que daña, no es bueno, ni nunca lo será.

Amarse, respetarse y desearse el bien, es lo que debemos tener presente cada día.

Reír, ser felices con lo que tenemos y generar más momentos de alegría y felicidad.

Hoy, ya es hoy….. ¡que mañana sea más hermoso!.