Muchas veces se asocia la belleza con la apariencia física

Unido con la belleza, la delgadez y la juventud se toman como si fueran un bien material, una posesión personal, una virtud que empodera, distingue y eleva a un ser por encima de los demás.

Como si una persona fuera más valiosa que otra, por ser hermosa

El problema es que, en algunos casos, nos olvidamos que la belleza física es pasajera.

La belleza se extingue con el paso del tiempo, no se puede sostener por mucho rato. Y a veces, a pesar de comprender este concepto, nos aferramos a ella ciegamente y no logramos soltarla. Terminamos siendo traicionados y esclavizados por lo que tanto anhelamos. Sometiéndonos de forma intermitente a todo tipo de tratamientos dolorosos y muy invasivos, para intentar sostener lo que irremediablemente se irá yendo, logrando casi el efecto contrario a lo que buscaban.

La belleza fascinante no es solamente brillo y resplandor, tiene también un lado oscuro, un aspecto negativo y conspirador. Puede, incluso, terminar siendo peligrosamente desleal.

Disfrutar de estar lindas, cuidarse y quererse:

Como siempre, pero mejor.

Apenas estaba llegando a los 16 años. Aunque le daba vergüenza, pero… como le habían autorizado a hacer una vida normal, ese día viajo como siempre en el colectivo 60. Estaba medio vacío, asique se sentó del lado del ventanilla. En seguida, subieron una señora con su hijita y se ubicaron al lado suyo, cerca del pasillo.

-¿Mami…, que le paso a esa nenaaa? Le preguntaba preocupada, mientras se acomodaba sobre las piernas de su mamá.

– ¿Por qué le pusieron esa venda, en la nariz?

-¡Nada… mi amor, no es nada…! Se la pusieron porque … ¡Después, cuando se la saquen… va a estar más linda…!

La nena se tranquilizó. La mamá le regalo una sonrisa cómplice, a la adolescente.

Cuando le sacaron la venda, la nariz era más linda.

Pero ella, era exactamente la misma linda chica de siempre…

En realidad, lo que le habían sacado, además de la venda, era un peso de encima…

  • Experimentamos un sentimiento de autorrealización y percibimos una mayor confianza en nosotros   cuando nos sentimos atractivos y bellos físicamente. Es maravilloso, cuidar nuestro cuerpo, mantenerlo saludable y lograr lucirlo bien moldeado. Sin es duda sensacional.

Es bueno acercarnos a la belleza con felicidad, serenamente, deseando mejorar, aceptándonos como somos, con respeto y amor.

Saludablemente, cuidando el cuerpo, no como una meta obsesiva. Sino naturalmente, con libertad en la medida que cada una lo considere satisfactorio para ella misma.

Porque… para nosotras es tan gratificante cuando nos dicen:

– ¡Qué linda estas hoy!