A veces nuestras vidas están tan ocupadas que tratamos a nuestras casas como si fueran lugares impersonales por los que simplemente pasamos. Pero podemos asegurarnos de que nuestros hogares realmente se sientan como nuestros santuarios. Si nos tomamos el tiempo para atenderlos, lograremos un hogar sin estrés.

Cuando nos tomamos el tiempo para tratar nuestros hogares como tesoros amados, podemos cambiar su energía. Pasan de ser simplemente lugares a ser fuentes para la reposición de nuestra energía.

Los hogares son los reflejos externos de aquellos que viven dentro. Si creemos que la apariencia actual choca con la forma en que nos gustaría vernos a nosotros mismos, podemos estar evitando que nuestra luz brille por completo.

¿Como lograrlo?

 Actualizar nuestras casas, para que reflejen nuestro paisaje interior no implica necesariamente una redecoración masiva o un gran desembolso de dinero. Las cosas pequeñas pueden hacer una gran diferencia, como simplemente mover elementos para que miremos constantemente las cosas que más amamos.

Liberando los tesoros que hemos escondido en nuestros armarios. Utilizando nuestros mejores platos y haciendo pequeñas reparaciones. Organizar y limpiar es una forma gratuita de eliminar el caos de nuestros hogares e introducir más calma.

Rejuvenecer amorosamente nuestro espacio personal puede convertirse en un proyecto creativo. El cual aumenta el flujo de energía en todos los aspectos de nuestras vidas. Aumentando además nuestra sensación de conexión. Podemos dar nueva vida a las cosas viejas ofreciéndolas a quién quiera usarlas. Debemos abrir un espacio para que entre la novedad.

Lograr un hogar sin estrés, puede ser tan simple como poner nuestras facturas en cajas bonitas y elegir un momento específico para lidiar con ellas. Eliminar el desorden para que nosotros y nuestra energía pueda moverse libremente por el espacio.

La simplificación de nuestro espacio permite que nuestra imaginación y energía vaguen libres. Podemos elegir priorizar nuestros hogares, convirtiéndolos en el verdadero corazón de las actividades de nuestra familia. 

Entonces somos libres de enfocarnos en lo que realmente importa: pasar tiempo con nosotros mismos. Compartir con nuestros seres queridos y reponer nuestra energía para que tengamos más que compartir entre nosotros y con el mundo.

¿Estás listo para empezar?.