Es fácil reír cuando nos sentimos bien,
pero es cuando el mundo se vuelve oscuro
cuando más necesitamos la risa en nuestras vidas.

Cuando somos niños nos reímos cientos de veces al día deleitados por la novedad de la vida. Cuando llegamos a la edad adulta, sin embargo, tendemos a no permitirnos soltar una buena risa. Atraerla a nuestras vidas es simplemente tomar la decisión consciente de reír. 

Aunque a la mayoría de nosotros nos resulta más fácil reír, solo cuando nos exponemos al humor o a lo inesperado, cada uno de nosotros es capaz de reír a voluntad. Una risa que viene del vientre conlleva los mismos efectos positivos, ya sea provocada por una broma divertida o intencionalmente creada. Cuando nuestra risa proviene del núcleo de nuestro ser, impregna cada célula de nuestro yo físico, comenzando en el centro e irradiando hacia afuera, hasta que no estamos simplemente riendo del vientre sino riendo del cuerpo.

La risa

La risa ha sido parte del modo de expresión humano desde antes de que la evolución nos otorgara el arte del habla. A través de ella, nos conectamos con aliados y demostramos nuestra conexión con personas que no conocíamos. En el presente, la risa nos permite disfrutar experiencias compartidas positivas con extraños y seres queridos por igual.

 

La risa y sus beneficios…

Sin embargo, la risa solitaria conlleva una gran cantidad de beneficios. Un ataque enérgico y entusiasta de la risa de todo el cuerpo ejercita los músculos, los pulmones y la mente en igual medida, dejándonos relajados y contentos. Cuando nos reímos sinceramente de la ridiculez de la vida en lugar de responder irritadamente, nuestro enfoque cambia.

 La ira, el estrés, la culpa y la tristeza ya no ejercen ninguna influencia sobre nosotros, y estamos facultados para hacer que echemos luz a lo que originalmente temíamos. También abre nuestros corazones, dejando entrar el amor y la luz, cambiando nuestra perspectiva, y permitiéndonos fijar nuestra atención en lo que es positivo en nuestras vidas.

Es fácil reír cuando nos sentimos bien, pero es cuando el mundo parece oscuro que más la necesitamos en nuestras vidas. Nuestra risa resuena en nuestros corazones, llenando los espacios vacíos con alegría pura e inalterada. 

Recuperamos nuestro equilibrio en el momento, y recordamos que ninguna tristeza es lo suficientemente poderosa como para privarnos de nuestra felicidad innata. Cuando entendemos que la risa desinhibida es la comida del alma, alimentándonos desde adentro, sabemos instintivamente que la vida vale la pena.