La virtud de estar siempre de buen humor: Resulta placentero ver a otros de la mano, con grandes sonrisas en sus rostros. Y creemos que ellos, más que seguro, viven en una vida de cuentos de hadas.

Buen humor

Sin embargo no es así, hay miles, millones de seres humanos que han logrado desterrar el del humor, y buscan esparcir su paz donde vayan.

En general, somos nosotros mismos los que obstruimos las cosas buenas, nos desesperamos por todo, por las cosas que tienen solución y también por las que no.

Pues bien, detengámonos entonces en este paso. Si hay un problema, significa que hay solución y debemos estar en calma para encontrarla. Si no hay solución, entonces es inútil y hasta insalubre hacernos malasangre, si de todas maneras no vamos a llegar a detener ese mal momento que se nos viene encima. Y si no hay problema, entonces ¿para qué generarlo?

Las circunstancias no dependen de nosotros, a menos que seamos lo suficientemente tontos como para querer vivir deprimidos y estresados y entonces cometamos errores a sabiendas para que luego nos vaya mal.

Siendo que no somos culpables de muchas de las cosas que nos pasan, por ser externas y en algunos casos, ajenas, no debemos perdernos junto con los problemas que se generen a nuestro alrededor.

Fácil decirlo, pero, ¿resulta fácil llevarlo a cabo? La respuesta es sí.

¿Tu hijo no estudia y no se preocupa por su futuro? No depende de ti, depende de él mismo. Porque cuando crecen deben procurarse a sí mismos el sustento y bienestar. Si tu hijo es rebelde; tarde o temprano entenderá su error o intentará hacer algo de su vida; tal como lo hemos hecho los padres cuando fuimos adolescentes.

Si tu matrimonio está derrumbándose, haz un llamado a tomar conciencia de eso.

Hablen, pónganse de acuerdo o terminen en buenos términos la relación; siempre es mejor dejar pasar el tiempo de reflexión a solas hasta saber cómo se quiere continuar; que vivir en una batalla de malos tratos y agresiones verbales.

Si en tu trabajo hay clima nefasto con tu jefe, con tus compañeros o no te gusta lo que haces; déjalo y busca un nuevo empleo.

Cuando uno está en armonía consigo mismo, las cosas positivas aparecen como por arte de magia.

Si uno debiera reaccionar mal a cada situación, seguramente moriríamos en un par de días; porque siempre se nos presentan personas que quieren desequilibrarnos y hacernos sentir mal; quizá porque ellas no pueden tomar decisiones y desean que uno sienta lo dañino que eso es.

Entonces no podemos ni debemos estar de mal humor, con caras largas, desencajados y ladrándole al mundo, debemos vernos al espejo y sonreírnos. Ver lo que tenemos, lo que logramos, lo que anhelamos y lo que está por venir a nuestra vida.

Sea bueno o malo, tendremos que pasar ese momento, no existe la devolución de conflictos, ni de accidentes, ni de despidos ni de nada que se presente ante nuestro día.

Y aunque suene como una burla, es mejor pasar los malos momentos con alegría en el corazón.

Potenciar la felicidad que hemos vivido ayer, tratando de no perderse en el hoy no tan agradable. Una sonrisa ilumina hasta las almas más oscuras, y derriba cualquier muralla que se nos ponga por delante.

La risa, el buen humor, alargan la vida, levanta las defensas del organismo, atrae lo positivo; disminuye los infartos y enfermedades cardíacas y es un aliciente para todos aquellos que se encuentran a nuestro alrededor.

Reír, estar con alegría siempre, atrae lo bello de la vida, nos hace ver y valorar los detalles que, en momentos de rabia o enojo, nos es indiferentes.

Hoy, dispongamos un tiempo para reflexionar sobre los beneficios de vivir de buen humor, y tratemos de hacer la prueba. No se pierde nada con intentar.

Siembra una sonrisa y el mundo te sonreirá. Un buen humor siempre te alegrara el día!