El amor, quizás por ser uno de los sentimientos más fuertes y complicados en los seres humanos, continuamente es fuente de inspiración en el arte, independientemente de la disciplina; y si bien son infinitas las referencias que existen, aquí solo queremos compartir: 5 de las mejores obras que retratan el amor. Y, en el proceso, analizar cómo el concepto de este es un reflejo de posturas sociales y culturales, que pueden variar en el tiempo.

mejores obras que retratan el amor

Eros y Psique, de Antonio Casanova

Esta escultura no fue hecha durante el periodo de apogeo de la civilización griega, pero sí está inspirada en uno de sus mitos sobre el amor más conocidos: el del dios Eros y la princesa Psique.

¿Lo mejor es el camino del medio?

La mencionada obra nos muestra a la pareja a punto de besarse. Es romántica y erótica (por la expresión de sus rostros y la desnudez de sus cuerpos) pero además, nos sintetiza la postura ideológica de los griegos sobre el amor: la posible unión entre lo divino y lo carnal; el intelecto y el instinto. Por lo general, los griegos buscaban el equilibrio. Esta se puede considerar una de las mejores obras que retratan el amor.

El Rapto de las Sabinas, de Rubens

En este cuadro del periodo Barroco, vemos cómo dos hombres toman por la fuerza a dos mujeres. La imagen representa el robo de las jóvenes sabinas a manos de los romanos. Con esta acción, los captores querían poblar su ciudad con la presencia de mujeres que dieran a luz a las nuevas generaciones, ya que en Roma no contaban con suficientes féminas para hacerlo.

Comienzos complicados =¿Finales felices?

Un rapto no parece ser un acto de amor, pero lo que pasó después sí nos habla de cómo las relaciones, a pesar de los comienzos tormentosos, pueden llegar a instaurarse en el tiempo. Ya que muchas de las mujeres sabinas terminaron por defender, en otras oportunidades, a los hombres que las raptaron, porque habían formado un lazo afectivo importante.

Entonces, ¿el amor en el arte barroco nos habla sobre historias tormentosas?

Eso podríamos decir, porque entre los temas tratados en el Barroco, encontramos: el desengaño por vida y la continua presencia de la muerte. Por eso, El Rapto de las Sabinas transmite –según esta interpretación asociada al amor que estamos haciendo-, el miedo que puede implicar empezar una relación; independientemente de si el comienzo es tormentoso o no. Un miedo que a veces permanece y crea dinámicas negativas, aunque exista un sentimiento auténtico de amor. Por otra parte, la obra también nos habla sobre la capacidad de tolerancia, aceptación o resignación que puede tener una pareja cuando ha convivido y se ha conocido a profundidad.

El Beso, de Francesco Hayez

Esta obra del siglo XIX, pertenece al periodo del romanticismo, y nos muestra a una pareja de enamorados besándose. Pero pareciera ser un encuentro secreto, ya que ocurre en un rincón dentro de un castillo, una zona poco transitada. El hombre sujeta a la mujer con fuerza y esta lo aleja un poco. Es una situación tensa, que se resalta con la presencia del pasillo oscuro ubicado a mano izquierda. Alguien podría acercarse y descubrirlos. Quizás es un amor imposible.

¿Nos enamoramos aunque no sea conveniente?

Es difícil saber con exactitud qué es lo que nos conviene en el amor. A veces estamos en relaciones complicadas porque decidimos –espiritualmente, sin una conciencia plena- aprender y evolucionar desde ellas. En el caso de este cuadro, nunca lo sabremos, solo podemos especular al respecto. Si fue “un amor conveniente” o no.

Entonces, ¿los románticos buscaban amores imposibles?

Imposibles o no, buscaban enamorarse de forma descontrolada, donde el razonamiento de las emociones no tenía mucho sentido; lo importante era el instinto y la pasión. Eso era el amor. Así que se buscaba amar hasta las últimas consecuencias. Más allá de esto, El Beso de Hayez, a lo que nos podría estar invitando, es a reflexionar sobre nuestros límites y nuestros deseos de “lanzarnos al vacío”- en este caso: una relación (prohibida o no)-, para encontrarnos a nosotros mismos.

Leda atómica, de Salvador Dalí

La esposa del pintor fue protagonista de muchos de sus cuadros. Cada vez que Dalí la dibujaba parecía estar haciendo una muestra de afecto y de idealización. Ejemplo de ello es esta famosa imagen surrealista de Gala, donde es presentada como una Venus moderna. Una mujer que manifiesta su sensualidad, inteligencia y carácter. Todo esto, de forma espontánea.

Idealizar no es lo mismo que admirar, a menos que seas Dalí

La representación de Gala en este cuadro, nos aproxima a esta idea: en el amor, existe un sentimiento de admiración y de respeto, que logra afianzar emocionalmente las relaciones. Contraría a la idealización, que puede ser negativa en los vínculos humanos, pero útil en las expresiones artísticas. Como lo es en esta obra del pintor español. En donde, en efecto, muestra la admiración que siente por su mujer, pero de forma idealizada.

Untitled, de Felix Gonzalez Torres

Esta obra nos presenta una torre de caramelos envueltos en papel celofán. El peso de la suma total de los caramelos es de 175 libras, exactamente lo que pasaba Ross –nombre de la pareja de Gonzalez Torres- antes de morir. Cada vez que la obra es exhibida, debe cumplir con el peso, y los espectadores siempre son invitados a tomar caramelos del montón. Es una pieza que simboliza la desaparición de un hombre dulce y amable, que a pesar perder su forma física, trasciende en el acto de comunión que significa, en el contexto de la exposición, comerse un caramelo.

La dulzura del amor

El amor está atravesado por una serie de construcciones sociales que están en continuo cambio. Sin embargo, parece que la idea del bienestar, sin importar el contexto, se repite. La sensación de satisfacción que puede producir el amor, es parecida a la sensación que produce el disfrute por cualquier otro pequeño placer; ejemplo: comer un caramelo.

5 características del amor

Cuando nos gusta alguien, nos esforzamos por llamar su atención para empezar a formar parte de su mundo, y, si logramos vincularnos con esa persona, es probable que transitemos por muchos de los estados que se representaron en las mejores obras que retratan el amor mencionadas anteriormente: el equilibrio entre lo físico y lo intelectual (Eros y Psique); la aceptación, de lo que es nuestra pareja y de lo que nosotros somos (El Rapto de las Sabinas); la búsqueda del autoconocimiento (El Beso); la admiración (Leda atómica); y la dulzura (Untitled).

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