La familia es lo permanente, lo que estaba antes de que llegáramos; le pertenecemos mientras vivamos y seguirá existiendo después de nosotros. Todas las familias tienen secretos guardados. Muchas deciden silenciarlos como si al hacerlo desaparecieran. Pero estos forman una estructura que pujará por salir de diferentes maneras sobre las generaciones, y transformandose en una transmisión transgeneracional. Todos los secretos están guardados en un mismo cajón, el cajón de los secretos, y si develas uno, corres el riesgo de que pase lo mismo con los demás.
Necesitamos ponerle palabras a lo no dicho, reconstruir el pasado de nuestros ancestros. Reconstruir, en definitiva, nuestra historia personal y colectiva.

transmisión transgeneracional

Novela Mala luna de Rosa Huertas

En la novela Mala luna de Rosa Huertas, Clara, uno de los personajes centrales, señala que “los adultos siempre esconden un fantasma en algún cajón. Muchos creen que lo han olvidado, de hecho lo olvidan, hasta que algún día alguien, o ellos mismos, abren ese cajón en un descuido y ya no saben cómo volver a cerrarlo”. Clara, sin querer, había abierto el cajón de los recuerdos que el abuelo quería olvidar.

La novela aborda la reconstrucción de la memoria histórica de la Guerra Civil española, sus consecuencias en el presente y el tema de la reconciliación, puntualizando en la vida de Miguel Hernández y en la interacción entre dos generaciones (transmisión transgeneracional): la de quienes vivieron aquel período doloroso siendo muy jóvenes y la de los adolescentes actuales, sus nietos.

Clara y Victor.

Dos adolescentes (Clara y Víctor), compañeros de escuela, generan una amistad después de descubrir que sus respectivos abuelos conocieron a Miguel Hernández en distintas circunstancias que marcaron su vida. Pero, sobre todo, los une la investigación por conocer y reconstruir el pasado de sus abuelos y encontrar un cuaderno de versos que supuestamente había escrito el poeta. Sin embargo, descubrirán que el cuaderno contiene la autobiografía del abuelo de Víctor, en la que se relatan los años en los que vivió el poeta (su adolescencia en Orihuela, la estancia en Madrid y su final en la cárcel), y con el que compartió amistad, y también, por otro lado, su rivalidad con el abuelo de Clara. Así, Clara y Víctor inician la búsqueda de la verdad con el objetivo de reconstruir la memoria colectiva y familiar (transmisión transgeneracional).

Ahora, más de medio siglo después, los nietos de aquellos dos hombres pisaban las mismas calles y buscaban un sentido al pasado. Estremecía pensar que la historia y la gente había desaparecido como humo que se desvanece o el arado que deja un surco momentáneo. Ellos seguían las huellas de un profundo agujero, cavado a golpe de versos por un poeta cabrero. (Huertas, 2009. Cap. 15, p. 96).

Un secreto muy bien guardado.

Una pulsión del pasado removido. Victor sentía que no había alcanzado a conocer a su abuelo y que todos estos años había recibido por parte de su padre un silencio hermético sobre los tiempos de guerra.

Víctor miró a la chica a los ojos. Él creía que en todas las familias la actitud era parecida: no remover el pasado. ¿Para qué hacerlo, si no se puede cambiar?

El tiempo de la guerra y la historia de sus abuelos se abría, para estos jóvenes, como un paréntesis vacío y oscuro.

La Guerra Civil Española fue un conflicto bélico y político, que tuvo lugar entre los años 1936 y 1939 en España, luego del intento fallido de golpe de Estado, protagonizado por una fracción del Ejército, en contra del Gobierno de la Segunda República. Una historia que muchos prefirieron olvidar, un pasado turbulento, una guerra que se cobró muchas vidas.

El poeta español Pablo Neruda se desempeñó como un intelectual preponderante en la guerra, por su crítica atroz al fascismo y su apoyo manifiesto a la República. En su poema Explico algunas cosas recuerda cómo, al estallar la guerra, todo cambia de manera brutal: en todo Madrid va reinar el hambre y la felicidad del barrio va a convertirse en un profundo sufrimiento. La evocación dolorosa y sufrida de la nueva realidad se hacen palpables en cada verso.

Y una mañana todo estaba ardiendo
y una mañana las hogueras
salían de la tierra
devorando seres,
y desde entonces fuego,
pólvora desde entonces,
y desde entonces sangre.
Bandidos con aviones y con moros,
bandidos con sortijas y duquesas,
bandidos con frailes negros bendiciendo
venían por el cielo a matar niños,
y por las calles la sangre de los niños
corría simplemente, como sangre de niños.

Generación del 27

Tanto Miguel Hernández como Pablo Neruda -y los poetas de la generación del 27-, pensaban la poesía como salvación en un contexto de sangre y fuego.

-Te queda la poesía, Miguel. Siempre te he oído decir que escribir salva la vida, que es tu forma de sentirte vivo. (Huertas, 2009. Cap. 23, p.165).

Mala luna es una novela que nos lleva a interesarnos por la obra de Miguel Hernandez y a entender que el presente, el pasado y el futuro muchas veces coexisten. Son una realidad dentro de un todo, y donde se evidencia la transmisión transgeneracional .

¿Te animas a leerlo y dejarnos tu opinión?.