Muchas veces queremos compartir nuestras vivencias con otras personas y eso está muy bien. Pero debemos tener muy en claro que cada quién debe tener sus propias experiencias que lo ayuden a tener conciencia sobre qué pasos dar y qué decisiones tomar en su propia vida. Podemos escuchar a otros, podemos compartir nuestras experiencias, pero sólo la vivencia propia, aquella que sentimos y pasamos por el cuerpo será la que nos habrá saber a lo que nos estamos enfrentando. Cada uno de los hechos que se sucedan en nuestras vidas quedarán grabados en nuestra alma. Por eso no critiques a los demás si no sabes por lo que han pasado.
Y como estas vivencias son bien personales y distintas a las que puedan transitar otras personas, es importante eliminar todo los prejuicios. No critiques. De esa manera, podremos comprender a los demás y tener real empatía con el resto de los seres con quienes compartimos esta existencia. Debemos tener en cuenta su dolor, su sufrimiento, sus emociones, sus alegrías. Y saber que cada ser humano lo vivencia de una manera particular, distinta a cómo lo vivenciaríamos nosotros. Porque, gracias al universo, cada ser es único e irrepetible.
No critiques: Cada vivencia es personal
Cada experiencia que alberguemos en nuestra alma nos hará enfrentar los distintos obstáculos que se nos presenten en nuestra vida. Estas experiencias nos hará aprender y generar conciencia a lo largo de nuestra existencia, con cada recuerdo, cada sensación y cada oportunidad que la vida nos ha dado.
Compartir los errores, las penas y ayudar a los demás es un gran apoyo, sin embargo debemos siempre recordar que no podemos salvar a nadie. No es nuestra responsabilidad la felicidad o desdicha de los demás, basta con acompañarlos en su camino y guiarlos en lo que podamos.
Pero las decisiones son de cada uno. Porque cada quién sabe qué es lo mejor para sí mismo, mejor que que ningún otro ser.
Sea cual sea la circunstancia, las relaciones, los escenarios, nos guste o no, cada quien debe vivir sus propias experiencias para aprender y crecer.
«La experiencia es un maestro feroz, pero está claro que te hace aprender».
Clive Staples Lewis.
