Muchas personas se instalan en las quejas, se hacen un bollito y se instalan en ese lugar, repiten y repiten que esto o aquello está mal. Se quejan prácticamente de todo. Cualquier cosa es un buen pretexto para mostrar insatisfacción por alguien o algo. El problema de las personas con este comportamiento es que acaban centrando toda la energía o parte de ella en localizar un siguiente motivo de queja.

Las quejas
las quejas: ¿cúanto pesan?

El peso de las quejas:

Este desorden que se vuelve permanente, obstaculiza el equilibrio energético y el cerebro busca permanecer en un estado de incertidumbre constante. Toda esta desorganización implica un cansancio extra cada día. Es decir, otra pizca de energía que se disipa, se va sin darnos cuenta siquiera.

 Tips para dejar de lado las quejas  y disfrutar más del presente:

  • Orden

Una buena opción para que todo fluya con más facilidad es mantener el orden del hogar; una casa limpia y ordenada promueven un mayor bienestar, así como convivir con un espacio sucio y desorganizado repercute en forma negativa.

  • No preocuparse antes de tiempo

Adelantarse a los acontecimientos nos puede ahorrar una buena porción de estrés y ansiedad. Muchas veces nos encontramos preocupándonos por cosas que no sucedieron aún (y posiblemente no sucedan nunca). Lo mejor es centrarse en el presente y solo ocuparse (sin preocuparse) cuando suceda algo efectivamente.

  • No dejes para mañana…

Lo que puedas hacer hoy. Gran refrán popular que sigue vigente con el paso del tiempo. Acumular cosas por hacer, postergar cuestiones es casi más extenuante para nuestro cuerpo y mente que realizar efectivamente lo que tenemos que hacer. Lo ideal es ponerse en marcha y alivianar nuestra mente repleta de “pendientes”.

  • Saber decir que no

Escucharse a uno mismo es mucho más importante que querer agradar al resto. Pero muchas veces elegimos hacer sentir bien a los demás, por pena o por miedo al rechazo, y acabamos con una cantidad fastuosa de obligaciones que acarrean un gran cansancio tanto físico como mental. Recuerda que tu tiempo es tan valioso como el de los demás. El descanso lo tienes muy bien merecido. Toma tiempo para estar con vos mismo.

Cuando un pensamiento negativo ronde tu cabeza, recuerda que gastamos más energía quejándonos que actuando.