Aprender a quererme más:

Contar con un buen autoestima es indispensable para vivir bien, no sólo con nosotros, sino en nuestras relaciones del día al día, tanto con amigos, como con nuestra pareja, nuestros compañeros de clase o de trabajo y, por supuesto, con el mundo en general. Es imposible llevar adelante nuestras vidas de forma pacífica y placentera si nos creemos incapaces de merecer lo bueno que recibimos, o incapaces de acceder a lo que deseamos, a alcanzar nuestros sueños y nuestros más profundos anhelos. Por lo tanto, te presentamos rutinas para aprender a quererme más.

aprender a quererme más

Quererse a uno mismo es condición sine qua non para querer a los demás.

Preocuparse y ocuparse de nosotros nos lleva a que podamos preocuparnos y ocuparnos del prójimo, pero si no sabemos mirarnos y apreciarnos como personas jamás podremos hacerlo con otras.

Si trabajamos para mejorar, entonces, la estima que debemos tener para con nosotros mismos, podremos conseguir una sensación de satisfacción con nosotros, podemos ser felices, por esto la importacia de aprender a quererme más.

No estoy diciendo que sea fácil, de hecho, no siempre lo es. Creo que a la gran mayoría nos ha pasado sentirnos menos, no gustarnos a nosotros mismos, no creer en nuestro potencial. Pero en el momento en que nos damos cuenta de qué es lo que sentimos y decidimos cambiar nuestra mente, podemos emprender el camino del auto amor, de aceptación y de comodidad con quienes somos.

Consejos para aprender a quererme más.

Gran parte de lo que somos y de lo que transmitimos a los demás viene expresado a través de las palabras, de nuestras ideas y convicciones. Aprende, entonces, a aceptar que lo que piensas vale tanto como lo que cualquiera piensa. No dejes que te convenzan de lo contrario. Hay personas que no quieren aceptar las opiniones de los otros y por eso mismo nos menosprecian y desvalorizan. Pero esos son, en realidad, los más inseguros. Si dejas que te convenzan de que es así, de que tus opiniones no tienen importancia y, por eso mismo, empiezas a callarte y a guardarte todo adentro, nunca podrás crear lazos verdaderos. Pero peor todavía, nunca podrás mostrar la maravillosa persona que eres. Aléjate de los que te demuestran lo contrario, esa gente no vale la pena tenerla al lado.

Muchas veces nos auto convencemos de que nuestras decisiones son siempre equivocadas, de que hacemos todo mal. Pues no es así. Piensa en todas las buenas decisiones que tomaste en la vida, en todo aquello que te llevó a alcanzar lo que querías. No todo puede ser negativo. Siempre habrá malas y buenas decisiones. Pero si sólo ves lo negativo nunca podrás apreciar todo lo que en realidad conseguiste por tu propia cuenta. Y lo que alcanzaste es mucho, y puede ser mucho más siempre que te lo propongas.

Cualidades positivas

Así como hay decisiones y acciones negativas todos tenemos cualidades negativas y positivas. Es importante saber identificar aquellas malas para que podamos cambiarlas, después de todo nada es imposible de modificar en la vida. Pero concéntrate, por sobre todo, en tus cualidades positivas, que seguro, si te pones a pensar, son muchas más de las que te imaginas. Reconócelas y créelas. Están ahí, son parte tuyo, y cuando aprendas a verlas permitirás que los demás lo hagan también.

No busques la aprobación de nadie, sólo la tuya vale en tu vida.

Nadie más sabe lo que es ser tú, así que nadie más tiene derecho a opinar si lo que quieres o lo que haces está bien o mal. Si hay algo que te hace feliz, entonces hazlo. Y si algo te hace mal, abandónalo. Nada ni nadie merece tu sufrimiento y nadie tiene por qué aprobar tus decisiones.

No te compares con otros, ni a ti ni a tu vida.

Todos somos islas, todos somos distintos y todos queremos y buscamos cosas diferentes. Algunos consiguen cumplir sus anhelos más tempranamente, algunos tardarán más. Si sólo te concentras en ver lo que los otros consiguieron y lo que tú no, te sentirás disminuida, te sentirás menos. Pero la realidad es que cada uno tiene su propio y único camino que caminar y la velocidad a la que lo recorramos no nos vuelve menos capaces, menos personas. Es solamente otra forma de realizar el viaje.

Practica pensar en positivo. Deja de decirte a ti misma que no puedes, que no debes, que no mereces. Dilo en voz alta y realmente cree en ello, porque la realidad es que sí puedes, sí lo eres y sí lo mereces.

Por último, haz todo aquello que quieras hacer y que te hace feliz. Canta, baila, escribe, corre, cocina, dibuja. La lista de posibilidades es infinita. Pero en el momento en que te permitas centrarte en lo que más te satisface y te animas a hacerlo tu mente empezará a cambiar por sí sola. Verás el mundo como un lugar maravilloso, porque realmente lo es, y porque tú lo eres, y lo que haces también. Adelante, y a aprender a quererme más como persona.