Siempre dicen que hay que saber atraer a los lectores con un título atractivo. Pero ese no es mi desafío de hoy. Lo que yo quiero es despertar al lector. Que pueda ver aquello que en su vida aún no tiene nombre.
¿Para qué, pensarán? Es que yo creo que cada vez que le ponemos nombre, un título a algo en nuestra vida le damos entidad. Lo hacemos consciente y trasparente para nosotros.
Para ser tu propio líder necesitas definir tu visión, encontrar cuál es tu propósito en la vida. ¿Dónde está el sentido para ti? Ponerle nombre a tu propósito hace que puedas entender dónde vas y para qué.
Ese nombre puede ser tan grande como para que entre todo lo que soñas, lo que anhelas, lo que quieres alcanzar. Tu eres el dueño de crear tu propia aventura de vida, de elegir cuál es el paso siguiente, de tener claro cuáles son tus valores para mantenerte fiel a ellos a cada momento.
Titulo: ¡Luz, cámara, acción!
Tu eres protagonista en el compromiso de hacer que tu visión sea posible. Tenes que poner luz para saber distinguir donde dar el próximo paso, tenes que tener lista tu propia cámara para observar con detenimiento y analizar antes de decidir, y tenes que accionar en el momento justo.
Eso no es sencillo. Te requiere permeable y con flexibilidad al cambio. Por eso, es importante mantenerte en una espiral virtuosa de conocimientos; de preguntas para ir en busca de más y mejores respuestas que te pongan siempre en la actitud de dar lo mejor.
El propio liderazgo nos impone día a día poner en práctica nuestra capacidad de decisión. Pero ante todo nos reclama constantemente la propia integridad. ¿De que serviría si lo que decidís hoy no tiene coherencia con tu propia visión? En vez de acercarte, estarías cada vez más lejos.
¿Quién eres? ¿Cuál es tu propósito? ¿Qué es lo que sabes hacer y quieres dar al mundo? ¿Qué te hace feliz? Empieza ya a ir por más. Se trata de dar el primer paso. Anímate a dejar huella por donde vas, y a aspirar alto, a buscar siempre como mejorar y a buscar nuevos enfoques, a aprender. Y así preparar tu próximo paso.
Se tu propio líder
Anticipate a lo que viene, impulsate a la innovación y se tu propio líder. El lenguaje es creador de realidad. Inventa tu propia historia. Recuerda que tu juego por ganar es más fuerte que tu talento, porque lo define tu compromiso. ¿Qué compromiso quieres tener con tu visión? ¿A dónde te vas a llevar para que tu camino sea de excelencia? Los obstáculos solo serán avisos de cuanto hay que transformarse. Desde la humildad de no saber podes siempre conectarte con tu capacidad de continuar para alcanzar tus metas. Ganar en este partido, es ante todo, no darte por vencido.
Cuando leía cuentos a mis hijos, recuerdo que había una serie que era “Elige tu propia aventura”, y así las historias podían ir cambiando de final, y había múltiples formas para llegar al “colorín colorado, este cuento se ha acabado”.
Al empezar este post, no tenía título, y ahora llegando al final, intuyo que va apareciendo la claridad. ¿Lo descubriste?.
El mejor es el que te haya despertado a vos. Si lo lograste: ¡Felicitaciones!
¿Te acordas? Cada vez que le ponemos nombre a algo en nuestra vida le damos entidad. Lo hacemos consciente y trasparente para nosotros.
Ahora hay que ser digno de un buen nombre: Animate a contar lo que se viene, a declarar tu visión y a ser fiel a tu propia promesa por venir.
Y estarás forjando la identidad de alguien íntegro y fiel a sí mismo.
Ese es el mejor título para tener en la vida.
Ahora sí: Colorín colorado este post se ha terminado.
